Si hay algo por lo que lucho, (si es que luchar puede ser algo viable para cualquiera)…eso es la voz.
El saber que en este preciso instante lo que se expresa es puro, es auténtico y sin coraza. La certeza de saber que nada más vale la pena en este mundo que compartir sin espejos. Sin proyecciones ni palabras encubiertas con otras que suenen mejor.
Yo no quiero solo que suene bonito, quiero llegarte al corazón.
Y si eso significa cambiar de idioma, cambiar de ropas o de gafas, mientras sea yo, es lo que me hace caminar.
Y volveré a ti, oh volveré a ti, centro dónde no hay nada que buscar, dónde mi idioma “ets tú” i dónde “dónde” és “on” y corazón es “cor”.
Después de conquistar un par de corazones más, porque el camino…porque era eso! Era eso lo que valía la pena recorrer.