Ejercicio de autoconcepto “Yo soy…” escribes lo que eres y luego le quitas, –o reflexionas sobre– todo lo que pusiste que eres para contentar a tu família, pareja o a la sociedad:

Yo soy una persona alegre, jovial, clara, respetuosa, amable, más o menos decidida, enérgica, dedicada bastante al trabajo. Que valora el dinero, más no intenta ostentar? Porque ostentar no “está bien”, puede implicar herir a otros, aunque por otro lado, hasta qué punto soy responsable de lo que sientan los demás?

Yo soy una persona que tiene muchos talentos, inteligente, que tiene pocos amigos o amigas, quizás un poco solitaria. A la que le da un poco de miedo vender o mostrarse, equivocarse, no hacerlo perfecto. Soy una persona sensible al magnetismo, y noto lo que quieren los demás, intento aprovecharlo de forma limpia para el bien mío y de los demás, aunque a veces me da un poco de vértigo. Creo que tengo miedo a no conseguirlo sola, a que el mundo no me comprenda, me rechaze y quedarme sin oportunidades. 

Creo que a veces relego un poco mi responsabilidad vital a mis superiores, les tengo respeto pero también un poco de miedo.

Soy una persona maternal, que sostiene a los demás, aunque a veces eso me carga, me siento como si a mi no me sostuviera nadie, solo yo a los demás. Aunque a la vez me gusta y necesito recibir. Tengo miedo de aburrir, de que no quieran tener tanto contacto como el que yo quiero, por eso a veces dejo mucho espacio o me alejo, por miedo a ser pesada. Me cuesta mostrar interés directamente, me protejo, creo que sino pueden herirme, creo que no soy una persona tan interesante, me infravaloro.

Soy una persona activa, con planes y estructurada, o que intenta serlo. Eso en parte me hace bien pero aún no he aprendido a hacerlo relajadamente del todo, sin ninguna presión, estar uno o varios días inactiva.

Soy una persona que intenta comprender la situación y reenderezarla siempre, renunciando al ego, aunque a la vez cuando creo que tengo razón no cedo. Puedo acumular un poco de enfado aunque después suelo comunicarlo. Tengo miedo a que se me trate de demasiado emocional, que se me desprecie por mis sentimientos, aunque es una lección que ya estoy aprendiendo. A poner mis límites. Creo también que he sido muy pisada, hasta tal punto en que tengo miedo de brillar y me hago pequeña con los demás. Me comparo bastante a todos los niveles con los demás, en parte por querer ser mejor, pero también porque quiero muchas cosas que los demás tienen y a veces quizás me cuesta disfrutar lo que ya he conseguido. 

Soy una persona ambiciosa, quizás implacable, y no me gusta ser implacable porque creo que es algo demasiado agresivo, que asusta a los demás. Quizás lo tacho incluso de maníaco o obsesivo. Por otro lado pienso que en realidad tener claras las cosas es muy bueno.

Creo que soy una persona segura pero tengo miedo a mostrar lo segura que estoy de mi misma, aquí contradictoriamente reside mi inseguridad. Creo que los demás van a rechazarme si soy muy contundente. Tengo miedo a impresionar por mi seguridad y que me digan: en eso no pensaste, aquí te equivocas. 

Creo que soy una persona con un gran corazón pero me juzgo bastante. Me suelo decir cosas feas como que no soy suficiente, o incluso que soy mala. Que soy mala y egoísta por pensar en mi, por ser tan decidida, por poner límites. Que soy egoísta por querer cosas, por querer lo mejor para mi, por escojer el camino inverso, por decir que todo puede ser fácil. Cómo si no empatizara con el dolor de las otras personas. Como si eso me hiciera fría. Parece que tengo que calmarme, que calmar a la fuerza que llevo dentro, como si mi claridad pudiera herir. 

A veces me pregunto por qué. Soy yo el problema o es mi entorno? Mi intuición ahora me dice que en realidad yo no tuve nunca ningun problema. Que debo aceptarme como soy. Que algunos nacen indecisos porque su camino es descubrir su decisión. Y que otros como yo nacen decididos para dar coraje a los demás a hacerlo. Alguien tiene que dar coraje, es lo normal, alguien sale naturalmente preparado para ello. Y yo soy una de esas personas. Y cuando digo esto es porque lo sé, no es para satisfacer, ya que siempre pensé que para la família eso es demasiado, que para la pareja eso es no es cómodo, y que para la sociedad eso es peligroso. Que yo soy peligrosa, que mi visión es peligrosa. 

Pero yo ya no quiero ser lo que no soy. Incluso si eso significa ser “demasiado”.

Incluso si eso asusta a alguien.

Si me paro a pensarlo, soy maravillosa, y lo que sí hice demasiado tiempo es tratarme mal. Con crueldad. Con la voz en mi cabeza diciendome una y otra vez “egoísta”. Con la voz de otros que no me veían. Los que me decían que hablaba demasiado, que no me comportaba como una niña, que era una vaga, una perezosa, que no me importaba nada más que mi misma. 

Si me paro a pensar lo que me da susto es habérmelo creído, 

si me paro tiempo suficiente, solo un poco más para pensarlo,

siempre fui maravillosa.